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La imagen de una carretera cubierta de humo, llamas que avanzan con rapidez y vehículos detenidos sin saber qué hacer, es una de esas escenas que generan angustia solo de pensarlo. Lamentablemente, cada verano los incendios se convierten en noticia en muchos puntos de España, y no son pocos los conductores que, sin esperarlo, terminan atrapados en medio de una situación peligrosa.
Este mes de agosto se ha convertido en el más devastador de los últimos años. Según EFFIS, (Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales), hasta hoy el fuego ha arrasado más de 342.500 hectáreas, superando ampliamente los registros de 2022, uno de los años más catastróficos.
Sólo en los primeros diez días de agosto, la superficie quemada se ha multiplicado por 3,5 con respecto a años anteriores.
Conducir y encontrarse con un incendio en plena carretera no es un escenario habitual, pero sí lo suficientemente real como para saber que tenemos que estar preparados. La reacción que tengamos en esos primeros segundos puede marcar la diferencia entre ponerte a salvo con rapidez o cometer un error que ponga en riesgo tu vida. Por eso, hoy vamos a analizar cómo actuar, qué medidas adoptar y qué errores evitar si te encuentras con un incendio mientras conduces.
El peligro del humo en la carretera
Cuando pensamos en un incendio lo primero que nos viene a la mente son las llamas, pero el verdadero enemigo puede ser el humo. Una nube densa de humo puede reducir la visibilidad a cero en cuestión de segundos, desorientar y provocar reacciones de pánico. Además, el humo puede afectar a la capacidad de concentración e incluso provocar mareos o pérdida de conocimiento si se inhala durante demasiado tiempo.
El humo puede complicar la toma de decisiones. Podemos pensar que atravesar la zona afectada rápidamente es una buena idea, confiando en que no ocurrirá nada. Sin embargo, el riesgo es altísimo, un cambio repentino del viento puede agravar la situación en pocos minutos. Por eso, lo más recomendable es evitar bajo cualquier circunstancia adentrarse en la zona.
Mantener la calma y actuar con decisión
En una situación de incendio, la prioridad debe ser la seguridad, no la prisa por seguir adelante. Si ves humo a lo lejos, reduce la velocidad y evalúa el entorno. Si el tráfico está detenido, mantén la distancia con el vehículo que tienes delante y nunca te acerques demasiado al foco de las llamas.
En caso de que la carretera esté cortada o no sea seguro continuar, lo mejor es dar media vuelta si todavía hay margen para hacerlo y regresar a una zona segura. Si esa opción no existe, estacionar el vehículo en un lugar despejado, alejado de árboles, matorrales o cualquier material inflamable, puede ser la mejor alternativa. Apagar el motor, cerrar las ventanas y mantener la ventilación en modo de recirculación evita que el humo penetre en el interior del coche.
Las autoridades recomiendan siempre seguir las indicaciones de la Guardia Civil, los bomberos o los servicios de emergencias si están presentes en la zona. Ellos tienen la información actualizada sobre la dirección del fuego y las vías de escape más seguras. Intentar improvisar un camino alternativo por pistas o carreteras secundarias sin conocer bien el terreno puede ser todavía más arriesgado, ya que el incendio podría rodear fácilmente el vehículo.
Aprender del desastre para evitar repetirlo
Lo ocurrido en años anteriores nos deja lecciones valiosas. En 2017, por ejemplo, en Portugal se produjo una de las tragedias más duras de este tipo, algunas personas fallecieron al verse rodeadas por las llamas mientras intentaban huir de la zona afectada. Esta tragedia marcó un antes y un después en la forma de concienciar a los conductores sobre la importancia de no subestimar nunca la velocidad a la que puede propagarse el fuego.
En España, la Dirección General de Tráfico insiste cada verano en la necesidad de extremar la precaución durante los meses de mayor riesgo. Recomendaciones como no tirar colillas desde el coche, no estacionar cerca de zonas con vegetación seca o informar inmediatamente al 112 al detectar cualquier indicio de incendio por pequeño que sea, son simples gestos que pueden salvar vidas. La prevención es tan esencial como saber reaccionar cuando el peligro ya está delante.
Tener claras unas pautas básicas ayuda a que, llegado el caso, podamos actuar con rapidez, evitando decisiones impulsivas que nos pongan en peligro.
Especialmente ahora, que los incendios están golpeando nuestro país, os pedimos extremar las precauciones porque cada gesto responsable puede salvar vidas y proteger nuestros montes.